"Algunos piensan que pueden tocar el cielo
otros que pueden ir a las grandes profundidades del mar abierto
y aunque yo solo deseo tener una noche digna de un guerrero
el haber probado sus labios, fue de hecho
lo mas cerca que me he sentido de alcanzar el cielo.
No fue su hermosa piel que a la sombra le fascina
o sus largas piernas que a mi ritmo caminar podían
tampoco ese hermoso rostro de ternura
que al poder tener tan cerca puedo apreciar esa diablura
provocando que me transforme en un lobo que aúlla.
Demonios y centellas, dos palabras
que aun siendo contrarias pude sentirlas con gran semejanza
comprendió mi mundo y mi forma de ver
mas estableció un punto que desde hace mucho negué
soy joven y valiente
por lo que debo esforzarme para que cuerpo, alma y mente
se hagan cada día mas fuertes.
Había olvidado lo que se siente besar los labios de un ángel
el sentir la suavidad de su calor de amante
sus manos acariciando mi semblante
y el apreciar sus ojos tan radiantes
me motivan a buscar las maravillas que el mundo trae.
Jamas creí que un soldado podría conocer a tal princesa
tan decidida al igual que bella
me concedió todo un día para apreciar ese extraño brillo de estrella
que sin darme cuenta la noche cayo como la fundición de una vela.
Pero los momentos hermosos por ley no deben durar mas de un dia
y así como una sirenita que desapareció con la brisa
dejo las cosas claras y mi alma con una sonrisa
con satisfacción bajo nuestro pecho sin ninguna herida
y sin tristeza por una partida
nos volvimos mas cercanos y con orgullo seguimos nuestras vidas."
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